Como Congregación, nuestra vida está centrada en la Eucaristía, la cual vivimos en comunidad o con el pueblo que Dios nos ha dado para su cuidado. El ritmo de nuestro día está acompañado por la contemplación de los salmos en la Liturgia de las Horas, vivida en comunidad, como algunos ejercicios espirituales y espacios de meditación propios de cada momento de nuestra formación.

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Nuestra espiritualidad se enmarca en hacer vida y oración cada una de las actividades que realizamos, somos religiosos inmersos en realidades difíciles, pero nuestro quehacer diario debe convertirse en una constante oración y ofrenda agradable a Dios, por esta razón nos esforzamos en realizar todo con excelencia.

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De alguna manera somos una comunidad contemplativa y activa, pues nos esforzamos en contemplar la voluntad de Dios en cada una de las actividades y proyectos que emprendemos; vivimos momentos de oración frente a Jesús Eucaristía en el estilo Taizé y tenemos como prioridad la oración personal y comunitaria, como símbolo de la presencia de Dios en medio de nuestra Congregación. Nuestra vida activa se enmarca en el acompañamiento a nuestras comunidades parroquiales, buscando siempre la dignificación de la persona desde la eduación formal e informal, haciendo presente así el Reino de Dios en realidades a veces poco esperanzadoras.

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Estamos llamados como Basilianos a orar y agradecer a Dios por todo lo que Él ha hecho por nosotros y a interceder por aquellos a quienes tenemos en nuestro cuidado y acompañamos. Sin una verdadera oración de nuestra parte, la vida y el trabajo al cual estamos llamados estaría fuera de nuestra capacidad.

 

En la celebración de la Eucaristía, todos los cristianos nos reunimos en la unidad del Espiritu Santo. Por esta razón, celebramos la Eucaristía unos por otros, también por aquellas personas con las que trabajamos o acompañamos. Un aspecto importante en nuestra forma de vida es la Oración por la Vida en Común, en la cual pedimos a Dios los dones necesarios para nuestra vida comunitaria y el trato con los demás, de la misma manera realizamos la Oración por las Vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal, en especial a nuestra forma de vida Basiliana.

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